

Una trilogía de canciones sobre una historia impactante y dolorosa marcaron la víspera del nuevo disco de esta cantante, autora, actriz y maestra de yoga, pero por sobre todo feminista. Con «Amore» logra nuevas credenciales en la música Pop, ahora desde México, donde vive hace un año.
Por_ Antonio Voland
Fueron tres días intensos en Ciudad de México, la capital de uno de los países donde los índices de violencia contra la mujer son altísimos y los femicidios se notifican casi diariamente. El domingo 8 de marzo, las manifestaciones del movimiento feminista fueron multitudinarias en distintos puntos de la capital, y al día siguiente, el lunes 9, una huelga nacional de mujeres marcó la hoja de ruta del movimiento.
Poco antes, el sábado 7, la chilena Sabina Odone fue parte de las 40 mujeres que se reunieron con Mon Laferte en el Zócalo capitalino en el Festival Tiempo de Mujeres para cantar la «Canción sin miedo», una pieza especialmente escrita por la mexicana Vivir Quintana para la conmemoración de uno de los 8M más decisivos del último tiempo en América Latina.
“Ante todo, soy feminista”, dice desde el DF Sabina Odone, cantante y autora de canciones, que este mes cumple un año de residencia en México. “Siento que todo el mundo debería ser feminista. Existe una gran confusión en la sociedad, porque está malentendido el concepto. Pero si todos comprendieran que no se trata de una lucha de géneros sino de equidades y respetos, de verdad sería muy lógico apoyar las movilizaciones que se están efectuando en todo el mundo. Lo hemos visto ahora”, reflexiona.
También actriz y ex profesora de yoga, Sabina es la joven que tuvo una primera aparición en la música chilena en los ambientes del Pop, como parte de una industria que nunca supo con claridad hacia dónde se movía el negocio (ver recuadro). Hoy, a los 35 años, vive en la colonia Roma, el barrio donde transcurre la película «Roma», de Alfonso Cuarón, que obtuvo tres premios Oscar en 2019.
“Es como un equivalente al barrio del Parque Forestal, que está en una transición. Familias acomodadas que se empezaron a ir y llegó nueva gente aquí. Tiene una diversidad muy interesante, con una vida a escala humana. Yo soy anti mall y anti consumo, así que aquí me encontré muy bien. Está el Mercado Medellín por ahí y el Parque México muy cerca. Hay un colorido que es absoluto”, describe. “Cuando decidí venirme a México estuve con pesadillas como dos semanas por todo lo que me decían, que me iban a asaltar y a raptar. Y nada: fue todo lo contrario”, agrega.
En ese nuevo universo se mueve ahora, vinculada a círculos de músicos populares mexicanos y también chilenos, como los hermanos Francisco y Mauricio Durán, de Los Bunkers; Red Jesus y la cantante Paz Court. También Sebastián Aracena, Rulo Eidelstein y la baterista Natalia Pérez, alias Cancamusa, que son integrantes de la banda de Mon Laferte. La misma Mon Laferte apareció antes en la órbita de Sabina Odone para dirigir el videoclip de su canción «Reflejo natural», grabada junto al músico mexicano Paulino Monroy.
Un segundo basta
Es uno de los duetos que Sabina Odone explora en un nuevo repertorio. Ella suma otros, con el ariqueño Manuel García («Quise ser tu amante»), el porteño Demian Rodríguez («Esos dos»), y el capitalino Rulo («Corazón»). Son canciones que brillan en su reciente disco, lanzado desde México y a la distancia. En una fecha conmemorativa, el 14 de febrero Odone estrenó «Amore», su cuarto álbum: un trabajo maduro que se exhibe tanto en la aparente simpleza de melodías creadas en el dormitorio como en el sonido y la canción ya terminada y revestida en el estudio de grabación. Fue arreglado y producido por el músico chileno Juan Pablo Escares.
Lejos ya de la entusiasta y multicolor jovencita que cantaba un pop permeado por el folclor andino en videoclips como «Detener el tiempo», hace más de diez años que Sabina Odone se sitúa en otro espacio de la creación. “Siempre he sido súper melancólica. Mis dos primeros discos parecen más alegres porque utilizo el folclor, pero las letras nacen de un lugar súper desgarrador. Aquí vienen desde ese mismo lugar, pero hablan del sufrimiento y de la evolución de todo ello”, explica.
En lo formal, «Amore» es resultado de un experimento de canciones encadenadas que Sabina Odone comenzó a mostrar el año pasado. Un relato audiovisual que llamó «Una historia de amor»: tres canciones que indagan en los territorios de la mente y del amor violento y doloroso. Cada canción es un capítulo, y cada capítulo expone un pasaje del vínculo entre dos personajes.
“Habla de la violencia de género. Quise retratar a un hombre mayor y una mujer joven. El amor no siempre aparece con la persona indicada bajo los cánones de la sociedad. Trato de revelar que en esa relación ocurre un abuso. La historia comienza con «Algo de ti», que es el enamoramiento. Luego, «Ellos no cambian» es el centro de la historia, donde aparecen ciertas señales. Y en «Quise ser tu amante» surgen los recuerdos. Entonces se revela que eran amantes y que ella había sido abusada en esa relación”, dice Odone.
–En «Ellos no cambian» se nota mucho la proximidad con la canción italiana.
«Me crié en una cultura italiana. Mis padres vienen del norte, de la Liguria. Mis cuatro abuelos nacieron en Italia dice Sabina, cuyo nombre completo es Sabina Gabriella Angela Odone Di Monte–. Era la música que yo escuchaba, así que creo que lo tenía asimilado sin saberlo. En esa canción la mujer mata al hombre. Es una metáfora de matar los recuerdos y las heridas».
–¿Hay algún trasfondo en cantar esta vez a dúo con hombres y no con mujeres?
«El disco se llama «Amore» y expone situaciones que yo viví con hombres. Quería tener una reconciliación con el género masculino. Las voces de Manuel García, Demian Rodríguez o Rulo me dan equilibrio perfecto. Si cualquiera de ellos me hubiera dicho que no cuando les pedí que grabaran en el disco, yo no iba a buscar a otro para que cantara. Cuando escribí las canciones se me vinieron sus voces a la cabeza. La manera en cómo yo me enfrento a los hombres es un proceso que va desde adentro hacia afuera. Está lindo para mí ese perdón con el genero masculino: la deconstrucción de una cosa para construir otra. Como lo que ocurre en Chile con el estallido social».
–¿Y cómo lo vives desde tan lejos?
«Me encanta lo que está pasando. Para el 18 de octubre yo estaba en México. Apoyamos la movilización con fuerza desde acá. Las cosas cayeron por su propio peso, porque el sistema no se podía seguir sosteniendo de esa manera. Si los gobernantes tuvieran el sentido común de una mediana igualdad social, no pasarían estas cosas. Me angustia la división de las personas, incluso adentro de las mismas familias, pero eso es parte natural de las evoluciones. Una situación de cambio severo implica fricciones. Para construir hay que dejar atrás lo que estaba antes. Hay que morir para renacer».
Retráctate: toda una Supernova
Una vez que el trío de cantantes adolescentes llamado Supernova se disolvió en 2001, los productores resolvieron revivir al grupo tras los demoledores éxitos que había dejado: «Maldita amiga», sobre la disputa de dos jovencitas por un mismo hombre; y «Toda la noche», una sublimación de la fiesta juvenil. En 2002 recurrieron a un concurso a través de una revista juvenil y allí dos nombres se anotaron en la lista de la nueva formación: Constanza Lüer y Claudia González. La tercera voz, sin embargo, no pasó por las audiciones pues había sido vista en un festival de la canción realizado en la Scuola Italiana. A los 17 años, Sabina Odone se unió a la segunda generación de Supernova.
“La verdad no lo pasé muy bien”, dice Sabina en retrospectiva. “Creo que no estaba nada preparada para algo así. Era súper inocente y estaba en un entorno muy cuidado. De pronto salir al mundo y que todos te conocieran era raro. No me sentí cómoda”, recuerda. En 2002, las segundas Supernova lanzaron el disco «Retráctate», con canciones como «Herida» y «Se te olvida». Pero al año siguiente el grupo se terminó definitivamente. Entonces ingresó a estudiar teatro, conoció el yoga y redescubrió el folclor, la música que cinco años después la llevaría hasta su disco debut como cantante solista: «Sentencia de amor imposible».