La primera edición de la feria Frieze en Asia tuvo lugar en Seúl, entre el 02 y el 05 de septiembre, en dos de los pabellones de exhibiciones de COEX, el centro comercial más grande de la vibrante capital de Corea del Sur y el subterráneo más grande de todo el continente asiático.
Texto y fotos_ Paloma Nicolás Gómez, desde Seúl
Historiadora del arte/traductora
Situado en el corazón de un barrio conocido por estar obsesionado con el lujo, la ostentación y el dinero, este parece ser el lugar indicado. Frieze se llevó a cabo en simultáneo a Kiaf, la feria internacional de la ciudad que en esta ocasión celebraba su edición número veintiuno; y desde un espíritu de colaboración y no de competencia, para ofrecer al público local e internacional un fin de semana colmado de eventos. En sus dos pabellones, la feria contó con la participación de más de 100 galerías internacionales, enfocadas principalmente en arte contemporáneo, y otras que ofrecen arte de distintos periodos, desde la antigüedad hasta el siglo XX, en la sección Frieze Masters. Adicionalmente, la sección Focus Asia, curada por Christopher Y. Lew y Hyejung Jang, destacó proyectos de 10 artistas jóvenes del continente.
K-Pop, K-Art
Tanto en el espacio de la feria como en otras locaciones, galerías y espacios de arte de barrios como Hannam o Samcheong, se fomentó el encuentro entre galeristas, coleccionistas, artistas y el público en general. Esta primera edición de Frieze en Seúl, y la selección de la capital coreana como su primera sede en Asia, busca consolidar el papel de la ciudad como un punto importante en las constelaciones del mercado global de arte; y celebrar a la comunidad creativa local, cuyo trabajo ha sido indispensable para despertar interés a nivel nacional e internacional. La posición de Seúl como un punto estratégico se puede confirmar con el número de galerías occidentales, como Pace, Lehmann Maupin, Thaddaeus Ropac y Perrotin, que en los últimos años han abierto sedes en la ciudad. Y no sobra mencionar que es un país que cuenta con políticas muy convenientes para el comercio de arte: no se cobran impuestos sobre compras a galerías o en ferias, tampoco por obras valoradas por menos de sesenta millones de wones, y aquellas que sobrepasen este monto tienen un límite del 22% en impuestos.
Frieze llega a Seúl en un momento en el que, desde las políticas institucionales, se busca posicionar al país como un productor de contenidos culturales, más allá de películas, dramas y K-Pop. Luego del efecto Hallyu (ola coreana) que desde hace unos años se ha tomado el mundo entero, el gobierno coreano tiene el deseo de ampliar la variedad de manifestaciones artísticas que puedan participar de este fenómeno, como productos culturales de exportación. Luego del boom a principios de 2000 y la crisis financiera del 2008, la ciudad vuelve a gozar de estabilidad.
Además, se trata de una ciudad con una vida cultural activa y una amplia oferta de exposiciones, musicales y conciertos; y un público ávido por disfrutar de este tipo de planes. No sólo cuenta con artistas talentosos, sino también con instituciones de alto nivel, museos nacionales y privados, colecciones de compañías, galerías y bienales, como las de Busán y Gwangju.
Frieze Seoul tuvo tan buena acogida que se comentó que incluso las personas con pases VIP tuvieron que hacer fila para entrar. La verdad es que aquí, donde la vida social se mueve por modas y tendencias, hacer fila parece ser la constatación de que se está en el lugar indicado. Entre el público sobresalieron nuevas audiencias: los llamados MZ, o Millennials y Generación Z, que son también algunos de los nuevos coleccionistas y trendsetters que van marcando la parada a través de las redes sociales. Con ellos llegan también nuevas aproximaciones al arte y un gusto especial por la novedad. Algunos ídolos K-Pop como el rapero RM líder del grupo BTS, o Taeyang vocalista principal de Big Bang, se dejaron ver recorriendo la feria y compartieron por las redes su experiencia. Al caminar por los stands se podía escuchar una cantidad sorprendente de sonidos de cámaras de los celulares (obligatorios por ley en Corea del Sur, con la intención de alertar a las personas si alguien les está fotografiando sin su consentimiento), y en algunos puntos la multitud era tal que eclipsaba a las pinturas de gran formato.
Si bien podría decirse que la feria deja resultados positivos en términos de contactos y networking entre los agentes comerciales del arte, aún se requieren esfuerzos por parte y parte, tanto de los organizadores como de la ciudad, para mejorar la experiencia y facilitar la accesibilidad. Las complicaciones comentadas con más frecuencia fueron: que muchas aplicaciones como Google Maps o Uber no funcionan con precisión o no existen aquí, de manera que se dificulta navegar la ciudad o conseguir un taxi si no se cuenta con las aplicaciones de Naver o Kakao; que hubo dificultades a la hora de enviar las obras a través de un sistema de correos donde no es común el inglés; o que algunas fichas técnicas no estaban disponibles también en coreano.
Algunos destacados
En Frieze Seoul las pantallas se impusieron como protagonistas, ya fueran las de sus visitantes o las que utilizan los artistas en sus obras. Su omnipresencia deja en claro no sólo las maneras actuales de consumir arte e imágenes en general, sino también la relación estrecha que históricamente han tenido el Arte y la Tecnología en Corea del Sur. A continuación, algunos ejemplos.
1.Park Hyun-ki, objetos naturales y artificiales
La galería Hyundai presentó en la sección de Frieze Masters obras de Park Hyun-ki (1942-2000), contemporáneo a Nam June Paik, pionero del Videoarte Minimalista y del Arte Conceptual en Corea. Sus obras son instalaciones que yuxtaponen objetos naturales y artificiales, e invitan a observarlas con una actitud meditativa. Las piedras son recurrentes en su trabajo y simbolizan el carácter espiritual de la Naturaleza. Por su parte, los televisores muestran grabaciones de estas mismas piedras, proponiendo una interacción íntima entre el entorno natural y las invenciones humanas.
2. Sungsil Ryu, experiencia inmersiva
Para el proyecto individual presentado por la Galería P21 en Focus Asia, Sungsil Ryu, una de las jóvenes artistas coreanas que trabaja con nuevos medios, presentó una instalación titulada «Big King Travel Ching Chen Tour-Mr. Kim’s Revival 2019». Estructuras en forma de montaña, cintas rosadas como las que se usan en los arreglos florales que celebran distintos acontecimientos en la vida de los coreanos, flores de plástico, nubes con rayos dorados, animaciones que recuerdan las de los videojuegos; son los elementos con los que Ryu construye una experiencia inmersiva a través de publicidad de una agencia de viajes imaginaria. Por medio de esta obra, alegre e irónica, caótica y divertida, la artista presenta una fusión distópica de elementos tradicionales y de la cultura juvenil; de la espiritualidad coreana y de las fuerzas neoliberales; y hace una crítica a la cultura del consumo, estructurada a partir de la conveniencia y la comodidad de unos, a cuenta de la explotación de otros http://www.sungsilryu.com/include/works/2019-06.php
3. NFTs, increíble nivel de detalle
Varias galerías incluyeron NFTs entre sus obras a exhibir. Un stand dedicado a este formato presentó la colaboración de LG con el escultor americano Barry X Ball. Sus esculturas NFT, repletas de texturas, colores, metales y piedras preciosas, aprovechan la más reciente tecnología para mostrar imágenes a un nivel de detalle tan increíble que es casi posible tocarlas con los ojos.
4. Frieze Film, los efectos de la tecnología
Bajo el título «I Am My Own Other», Frieze Film destacó obras de coreanos diaspóricos y otros que viven en la península, en un proyecto organizado en conjunto por WESS, un espacio co-operado por curadores basados en Seúl; y GYOPO, una organización cultural sin ánimo de lucro basada en Los Angeles (EE.UU.), fundada por artistas coreano-americanos. Los trabajos exploran temas como los efectos de la tecnología en la construcción del ser, las identidades por género y raza dentro del contexto de la migración, y el hipercapitalismo.