

Considerada una de las figuras fundamentales del teatro musical contemporáneo, cumple este mes 90 años. Y tras más de seis décadas de carrera, su obra parece estar cada vez más viva, incluso en la pantalla grande: cuatro de sus creaciones han sido adaptadas al cine, sus canciones se oyeron en momentos significativos de dos de los filmes más elogiados de 2019 y ya se anunció que Richard Linklater dirigirá una película basada en otro de sus musicales.
Por_ Joel Poblete
Hay muchos genios que sólo obtienen el homenaje masivo cuando ya no están entre nosotros, pero Stephen Sondheim no podría quejarse al respecto. Considerado una figura fundamental del teatro musical contemporáneo, el compositor y letrista estadounidense, que cumple 90 años este 22 de marzo, posee una sólida y aplaudida trayectoria de más de seis décadas ligado a los escenarios. Ganador de ocho premios Tony y ocho Grammy, el Pulitzer y un Oscar, entre otros muchos reconocimientos, de las 14 obras propias que ha creado para la escena –sin contar algunas que nunca se estrenaron, y diversos espectáculos que recopilan sus canciones– han surgido números tan célebres como la bella y melancólica «Send in the Clowns». Cuatro de sus musicales han sido adaptados al cine –los más recientes, «Sweeney Todd», en 2007; e «Into the Woods», de 2014– y en la pantalla grande sus partituras han sido interpretadas por figuras como Elizabeth Taylor, Madonna, Johnny Depp y Meryl Streep.
Venerado por muchos como un verdadero puente entre la tradición de los musicales clásicos de la primera mitad del siglo XX y los nuevos rumbos que el género adoptaría durante las últimas décadas, no es casual considerando que este artista neoyorquino tuvo como mentor en sus primeros pasos a un auténtico icono como el letrista Oscar Hammerstein II (1895-1960), quien junto al músico Richard Rodgers creó títulos tan emblemáticos como «Carrusel», «South Pacific», «El rey y yo» y «La novicia rebelde».
Hijo único de padres divorciados, Sondheim tuvo a Hammerstein como una verdadera figura paterna, y gracias a sus consejos y sugerencias, con apenas 27 años fue parte de un hito en la historia de Broadway: fue el letrista de «West Side Story», estrenada en 1957 y que se hizo aún más famosa cuatro años más tarde con su premiada adaptación al cine. Su notable trabajo junto al compositor Leonard Bernstein lo llevó en 1959 a otro éxito en el que estuvo a cargo de las letras: «Gypsy», con música de Jule Styne.

Sondheim y Bernstein en ensayos de West Side Story
Pero tras esas experiencias, a pesar del éxito, Sondheim terminó de convencerse de que en sus futuros trabajos él no sólo escribiría las letras, sino además la música. En 1962 dio el paso con la comedia «A Funny Thing Happened in the Way to the Forum», iniciando así una gloriosa carrera, que supo de fracasos de público («Anyone Can Whistle» y «Merrily We Roll Along» tuvieron respectivamente apenas nueve y 16 funciones en su estreno), pero, por sobre todo, de clamorosos y premiados éxitos.
Ya sea con una hilarante farsa ambientada en la antigua Roma, un inteligente retrato social de la occidentalización de Japón a mediados del siglo XIX, una macabra historia de venganza aderezada con humor negro en el Londres victoriano, una ingeniosa mezcla de personajes de clásicos cuentos infantiles o la mirada a personas que intentaron matar presidentes en distintas épocas de Estados Unidos, los argumentos de las obras de Sondheim fueron innovadoras en su estructura narrativa y en sus temáticas, bebiendo además de distintas fuentes, incluso del cine, como en «A Little Night Music» (1973) y «Passion» (1994), basadas respectivamente en películas de Ingmar Bergman y Ettore Scola.
Bajo la superficie de la comedia, el drama, la nostalgia y la melancolía, en sus obras se esconden no sólo valiosas observaciones sobre la sociedad y el ser humano, sino además subyacen sutilezas y alcances mucho más profundos, porque Sondheim tiene una fascinante capacidad para jugar con el sentido y entonación de las frases y palabras, y cómo éstos se mezclan con la música, con envidiable fluidez y sentido del ritmo. Como es casi de rigor en el género, el amor se hace presente, pero en la mayoría de las ocasiones se huye del idealismo y las relaciones de pareja a menudo son miradas con desencanto y escepticismo. O también el proceso creativo, como en «Sunday in the Park with George», de 1984, por la cual el autor ganó el Pulitzer al mejor drama, centrada en un tema aparentemente tan atípico para un musical como el pintor puntillista francés Georges Seurat y su más famosa obra: «Tarde de domingo en la isla de Grand Jatte». Y si se trata de una radiografía a cómo enfrentamos los compromisos y las relaciones sentimentales, es probable que su obra maestra sea «Company» (1970), que este 2020 cumple 50 años y fue muy innovadora al funcionar más en base a viñetas y conceptos que en los soportes de una historia convencional.
Sondheim es un maestro en la manera en que define a sus personajes y las relaciones que establecen entre sí, y si ya brilla en las letras, lo que consigue con su música puede alcanzar lo sublime, desde números de conjunto hasta fragmentos solistas breves pero muy intensos y expresivos, o joyas como esa belleza de construcción melódica que es «Someone in a Tree» de «Pacific Overtures»; o la jocosa y vertiginosa «Getting Married Today» de «Company», verdadera prueba de fuego para quien la cante. Aunque se formó con Milton Babbitt, compositor de música serial y electrónica, las elaboradas, minuciosas e irresistibles partituras de Sondheim beben de distintas fuentes, épocas y estilos y se caracterizan por su inmensa sensibilidad y riqueza melódica, y la capacidad de transitar entre el sentido del espectáculo y el lirismo más íntimo. Así ha ganado el respeto incluso entre quienes creen que los musicales son un género menor, y algunas de sus obras, como «Sweeney Todd», han llegado hasta a ser representadas en escenarios líricos como la Royal Opera House de Londres.
Las creaciones de Sondheim también se han hecho presentes en el cine. No sólo porque trabajó para la pantalla grande –creando la banda sonora de «Stavisky», de Alain Resnais, y para Warren Beatty en las películas «Reds» y «Dick Tracy», por la cual en 1991 ganó el Oscar a la Mejor Canción, por «Sooner or Later», interpretada por Madonna–, sino porque distintos cineastas han usado sus melodías. En 2017, por ejemplo, Greta Gerwig en la elogiada «Lady Bird», y ahora dos de las nominadas como Mejor Película en la pasada ceremonia de los Oscar, usaron de manera destacada sus canciones como contrapunto o complemento a ciertas escenas: «Send in the Clowns» en «Joker»; y dos fragmentos de «Company» en la última media hora de «Historia de un matrimonio», conmoviendo especialmente cuando el personaje de Adam Driver entona una improvisada y sentida versión de «Being Alive».

«Sweeney Todd»
Además, en diciembre se estrenará una nueva versión fílmica de «West Side Story» (que también en estos días está de regreso en Broadway, en una nueva propuesta del provocador director belga Ivo van Hove), dirigida ni más ni menos que por Steven Spielberg. Y en agosto se anunció que Richard Linklater, nominado en 2015 al Oscar a la Mejor Película y Mejor Dirección por «Boyhood», filmada a lo largo de 12 años, ahora asumiría una tarea igual de fascinante: filmar durante las próximas dos décadas «Merrily We Roll Along», para que así se refleje aún mejor el paso del tiempo que es fundamental en la obra y sus protagonistas, cuya trama es contada al revés, desde el presente hacia el pasado.
Mientras, se preparan producciones para conmemorar el aniversario. Por ejemplo, «Sunday in the Park with George», que se ofrecerá en mayo en el Walt Disney Concert Hall con la Filarmónica de Los Ángeles dirigida por Gustavo Dudamel; y en junio en el Savoy Theatre de Londres, en la producción de Broadway protagonizada por Jake Gyllenhaal.

Sondheim en 2007 junto al realizador Tim Burton y la actriz Helena Bonham Carter, durante el rodaje de la versión fílmica de «Sweeney Todd». Foto: Archives du 7eme Art / Photo12
Y a estas alturas, ¿existe alguna esperanza de que el maestro, que desde 2008 no estrena una nueva creación, nos entregue alguna última obra maestra? Durante casi una década, desde 2012, han circulado diversos anuncios, noticias y desmentidos sobre un posible musical inspirado en dos de las más famosas películas del cineasta español Luis Buñuel: «El ángel exterminador» y «El discreto encanto de la burguesía». Y hasta se aseguró que el estreno sería en agosto pasado, pero al parecer aún está en proceso de desarrollo. ¿Nos tendrá todavía reservada una última sorpresa el genio de Sondheim?