Este histórico registro, en el Victoria and Albert de Londres, celebra la irreverencia de la indumentaria de las grandes estrellas de la música y del cine. Una historia de oficios, brillos y excentricidades en medio de aplausos y transformaciones sociales.

Por_Alfredo López J.

Fotos: Victoria and Albert Museum

“A veces uno tiene que inspirar a los artistas, pero yo nunca tuve que inspirar a Tina Turner. Ella venía equipada”, contestó Bob Mackie, el consagrado diseñador de moda y costumier estadounidense, mejor conocido por vestir a íconos del entretenimiento, cuando le preguntaron sobre cómo fue trabajar por tantos años en torno a los imponentes trajes de la Reina del Rock.

La cantante, que falleció el pasado 24 de mayo, a los 83 años, es coincidentemente una de las protagonistas de «Diva». Un despliegue de más de 250 piezas, incluyendo más de 60 looks, que funciona como un histórico registro sobre las grandes figuras del espectáculo a la hora de arropar vanguardia y frenesí. Desde la segunda piel de las grandes cantantes de ópera del siglo XIX hasta la irreverencia del rock de nuestros días.

Abierta al público desde el 24 de junio de este año hasta el 30 de abril 2024 (www.vam.ac.uk/exhibitions/diva), es también una experiencia inmersiva, con montaje teatral y apoyo de audífonos, para iniciar un viaje por los atuendos de las diosas de la lírica, las estrellas del cine mudo y finalmente de las mega estrellas actuales. Una suma de historias de creatividad, ambición y resiliencia para establecer su influencia de cara a los cambios sociales, incluidos los derechos civiles y el feminismo.

La fiera

Aparte de su enorme legado musical en el rock y el soul, con su irrepetible voz sumada a su estética y a su lenguaje corporal, Tina Turner también era conocida por su audaz sentido de la moda: minivestidos con lentejuelas, flecos que mostraban sus famosas piernas largas, camisas abotonadas frescas sin esfuerzo y jeans relajados. A veces trajes de pantalón llamativos, a menudo acompañados de su característico cabello puntiagudo con mechas, siempre como una leona que encarnaba un ímpetu salvaje y transgresor. Era su armadura.

Después de haber escapado del abuso de su exmarido, Ike Turner, tuvo que defender sus derechos como una mujer de origen nativo-americana y afrodescendiente al mismo tiempo. Era el momento de regresar como una fiera que exigía un lugar de respeto y ser, además, un ejemplo para tantas como ella.

Cuando en 2008 celebró 50 años de carrera profesional, no lo pensó dos veces y le pidió a Bob Mackie que le preparara los trajes de una gira que confirmaba también el éxito de su batalla personal. ¿El resultado? Una explosiva Tina aparecía en el escenario con el vestido de la década del 70, «Flame», un diseño que, a través de alas de lamé plisadas y flecos, se imponía como una vibrante antorcha de libertad.

Contra viento y marea

En la exhibición del londinense V&A también están los vestidos oscuros y con amplio escote de Maria Callas en «Norma» (1952, Covent Garden) y que funcionan como un radical giro para dejar atrás la casi monacal indumentaria operática de entonces. Un antecedente de lo que luego sería el vestido negro con flecos usado por Marilyn Monroe en «Una Eva y dos Adanes» (1959), junto a reveladores trajes para Pink, Cher o el vestido rosa de alta costura diseñado por Julien MacDonald para Shirley Bassey, y que incluye botas de agua con tachuelas de diamantes para su presentación en el Festival de Glastonbury, en 2007. 

Por etimología, “diva” en latín significa “diosa”. Una palabra que se impone en este recorrido y que, sin embargo, también suma la contribución de figuras como Elton John a través del traje diseñado por Sandy Powell para celebrar sus 50 años. Inspirado en Luis XIV, sumaba una imponente peluca empolvada con un barco de plata en la cabeza y una cola de plumas.

Nombrada dame por Isabel II en 2000, la cantante Shirley Bassey (conocida mundialmente por ser la intérprete musical que más veces ha cantado el tema central para una película de James Bond) dijo: “¡Estoy encantada de ser parte de esta exhibición! Para mí, ‘Diva’ tiene que ver con el poder de la voz y la capacidad de entretener, de tener éxito contra viento y marea, de luchar y romper barrera tras barrera: hacer que tu voz sea escuchada”.

Antes que ella, figuras como Ellen Terry, Sarah Bernhardt y Marie Lloyd impulsaron la primera ola de feminismo, junto a estrellas del cine mudo como Clara Bow y Mary Pickford hasta llegar a las estrellas de la Edad de Oro de Hollywood como Mae West y, por supuesto, Marilyn. 

Vertiginosa transformación 

El impacto mediático, a la hora de impulsar el interés público en la vida personal de una diva, se incluye en este recorrido. Entre los aspectos más destacados están las piezas de alta costura parisina diseñadas para la italiana Adelina Patti (considerada la soprano más notable del último cuarto del siglo XIX), junto a un joyero de nácar que le obsequió la soprano sueca Jenny Lind después de un concierto benéfico del Queen’s College Hospital, en Birmingham (1848).

Muy cerca, un conjunto usado por la prima ballerina Tamara Karsavina para «Salomé» en la época de los Ballets Russes de Sergéi Diághilev, además de los vestidos de gran factura para Josephine Baker, Bette Davis, Mae West, Edith Piaf, junto  al inmortal atuendo de la estrella del cine mudo Theodosia Burr Goodman (Theda Bara) para interpretar a Cleopatra. En otro frente de poder, se exhibe el vestido que hizo Christian Dior para Vivien Leigh en «Duelo de Ángeles», del escritor francés Jean Giraudoux.

El cambio de tecnología y la vertiginosa transformación de la industria del entretenimiento redefine el concepto de ‘diva’ y su identidad. Es el momento en que las estrellas navegan en los negocios de la música y el cine, históricamente dominados por hombres.

Los nombres de Billie Holiday, Nina Simone y Ella Fitzgerald abren un nuevo horizonte que, después, profundizarán figuras como Whitney Houston, Rihanna, Dolly Parton y Barbra Streisand, hasta llegar a leyendas contemporáneas en torno a la defensa de los derechos civiles con el ejemplo de Grace Jones, Annie Lennox, Prince, Lizzo, Björk, Siouxsie Sioux, Missy Elliott, junto a divas del drag, entre ellos, RuPaul Andre Charles (más conocido como RuPaul).

Una sinfonía de rostros y atuendos frente a un espejo llamado público, el mismo que nunca deja de observar con infinita devoción.